El patio del Proyecto Oberti se ha transformado en un espacio lleno de vida, gracias al compromiso colectivo de niños, familias, voluntarios y entidades colaboradoras. Un lugar que, más allá del juego, se convierte en símbolo de encuentro, naturaleza, creatividad y educación al estilo salesiano.
Durante las últimas semanas, en el Proyecto Oberti hemos emprendido una hermosa transformación: la creación de un patio vivo, pensado como un auténtico oratorio salesiano, donde se respira alegría, aprendizaje y comunidad.
Todo comenzó con la adecuación del espacio gracias a la colaboración generosa de Pedro, cuyo trabajo dio forma al entorno en el que ahora nuestros niños juegan y conviven. A este esfuerzo se sumó el cariño de Viveros Hermanos Belmonte, quienes no solo embellecieron el lugar con sus plantas, sino que también ofrecieron un taller formativo lleno de naturaleza y valores.
La decoración se enriqueció aún más con un taller de Cruces de Mayo en el que participaron niños y familias, logrando un resultado lleno de color, vida y sentido comunitario. Además, nuestros pequeños artesanos construyeron casitas para pájaros, creando un rincón especial para las aves, aprendiendo así a cuidar de la naturaleza y a valorar cada forma de vida.
Este patio no es solo un espacio físico, es reflejo de nuestro espíritu educativo: fomentar la creatividad, el cuidado del entorno, la participación familiar y el juego como herramienta pedagógica. Seguimos soñando juntos y construyendo un lugar donde cada rincón habla de amor, alegría y compromiso.
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