El proyecto «Oberti» trabaja desde hace años con un grupo de jóvenes en riesgo de exclusión de las barriadas La Paz y Coca de la Piñera, y con sus familias


Aunque la vida haya parado buena parte de su actividad como consecuencia del estado de alarma, hay iniciativas que no pueden dejar de funcionar. Es el caso el proyecto «Oberti», que gestiona la asociación juvenil «Aldaba». Desde hace años, viene trabajando con un grupo de niños en riesgo de exclusión social de las barriadas La Paz y Coca de la Piñera, haciendo extensiva esa labor al conjunto de sus familias.

La crisis que se ha generado como consecuencia de la pandemia de Covid-19 ha traído consigo una merma en los recursos de que dispone la entidad salesiana. Pese a ello, las necesidades siguen existiendo, e incluso se están incrementando, por lo que cualquier ayuda es bienvenida.

La última colaboración recibida ha llegado por parte de la propia comunidad salesiana. El vicario de la Casa, Manuel Muñoz, ha hecho entrega de 120 litros de aceite, para ser distribuidos entre los beneficiarios de «Oberti».

Pero en las últimas fechas ha habido más ayudas a favor de dicho proyecto ya que, aunque los ingresos han caído, los gastos siguen manteniéndose, como nóminas, y recibos de luz y agua, entre otras cuestiones. Así, la asociación de María Auxiliadora ha colaborado con el pago del alquiler de la casa que gestiona «Oberti», mientras que también se han recibido donativos de la hermandad de la Vera-Cruz, del club ciclista Jip Carbono, y de iniciativas como la puesta en marcha por los Salesianos Cooperadores.

Gracias a todas esas colaboraciones se pueden atender las necesidades básicas de las familias, y se sigue trabajando en el seguimiento de las tareas que reciben desde los colegios y en mantener el apoyo educativo, a lo que se unirá la escuela de verano en los próximos meses.